Los izquierdistas de Beto y Enrique

Por : Ángel Largo M.

Cuando el presidente Correa comenzó a referirse sobre la izquierda infantil no entendía porque el primer ciudadano del país hablaba en sus discursos sobre programa de peques que se transmiten en horario estelar de cuatro de la tarde, antes de ingresar a los talk shows.

Aún no capto por completo su significado, ¿Qué tienen que ver las comiquitas con el desarrollo de las ideologías del pensamiento? Filosofando un poco frente a la pantalla, me atrevo a realizar la siguiente paráfrasis.

Todos crecimos viendo dibujos animados, historias inolvidables de sanas sonrisas y mucha imaginación, que nos dieron las primeras lecciones de vivir en sociedad (todo se aprende de la TV). ¡Ahí esta la clave!, a lo mejor el Presidente está convencido que los activistas sociales fueron manipulados por programas infantiles de estereotipos sociales de los cuales se sacan mensajes de una equivocada revolución.

¡Claro! Comienzo a entender. Lo que pasa es que mi inocencia de aquel entonces no me dejaba reconocer los rasgos “socialistas y activistas” de aquellas caricaturas, pero ahora todo es claro: Greenpeace tuvo su referente en el Capitán Planeta y los planetarios, las organizaciones de mujeres en Mafalda y la Abeja Maya; los grupos de la bandera multicolor con Beto y Enrique, los recordados muñecos de Plaza Sésamo, primeros en hacer gala en tv abierta de su monogámica relación gay (vivían, dormían y se bañaban juntos) y la rebeldía de la FEUE orientada por Salvado por la campana.

Ahora si estoy en la onda!!!. Uff… menos mal!!! Yo pensaba que las exigencias de los diferentes grupos minoritarios y desplazados por el poder del capital defendían derechos ganados con décadas de resistencia social, con sangre, muerte, dolor y voluntad. No, al parecer esas posturas están bien claras para el Gobierno central, lo de ahora son solo juegos de niños, prácticas infantiles que la televisión ayudó a moldear.

Por lo cual, supongo que el Presidente y su equipo de trabajo tiene todo planificado. Ellos, que nunca vieron ni Mazinger Z, son inmunes a caer en esta trascalada de sueños de kinder, y acatarán con total justicia y equidad al cumplir a raja tabla la misma norma constitucional que plantearon al país, y que recibió un sí rotundo para su aplicación, progresiva pero efectiva.

Pero de no ser así, entonces será el momento de acudir a los poderes de Greíscol. Los movimientos sociales mirarán más allá de lo evidente y con la ayuda del gato Cósmico, buscarán en las calles salvar al mundo de las fuerzas del mal con un mensaje claro: la izquierda infantil vive! la soñadora, la que nunca bajó los brazos, la del proletario y el exluido, la que el mismo Lenin califico como “la enfermedad del comunismo” y sigue siendo, pese a la oposición de algunos, la conciencia crítica de la socialdemocracia actual, muy endeble a cambios de discurso. Es un deber histórico de la izquierda mantener la vigilia por los derechos humanos sin ninguna restricción.

¡Salven Beto y Enrique por su valentía y ejemplo!, la lucha continúa