Las Cartas

Por:ALM
El buzón de de Carondelet se hizo público la semana pasada.. Gracias a la tecnología y la transmutación en email permitió a cientos de cientos fisgonear en la correspondencia del Presidente, enterándonos de la indignación de dos madres que impotentes de descifrar toda la injuria mediática que cae sobre sus esposos y familia, tratan de la manera más gentil pedir explicaciones al Primer Mandatario.

Las dos misivas testificaron vivencias de dolor y angustia de dos familias que de la noche a la mañana pasaron del respeto de sus congéneres a la indignación pública, situaciones encontradas que tan solo las bondades de la pluma pueden descifrar ¿Qué tienen en común las cartas de la señora de Carlos Alvarado y la señora de Luis Silva? La búsqueda de respuestas. Con pulso tembloroso las dos mujeres le preguntan a Correa porque el peso de los errores de su Gobierno y partido recaen completamente en la cabeza de sus amados, vilipendiados, prejuiciados, manchados en su honor. No encuentran explicación lógica de cómo procesos políticos y judiciales tan entramados y confusos se solucionan con el señalamiento de un solo hombre, que quizás participó del hecho, pero difícilmente fueron promotores.

Silva y Alvarado funcionan dentro de la lógica de la sociedad como el chivo expiatorio, la parte más endeble de la vejiga, la zona más gastada de la soga, el parche de nicotina al vicioso. Son víctimas de los juegos del poder, en los cuales es necesario un perdedor y en este caso, a quien echarle la culpa. Los ganadores justamente son las estructuras: el Gobierno, los medios, la Policía. La honra de la institución se protege bajo la pérdida de dignidad del individuo. Cosa conocida, hecho repetitivo.

Alvarado sufrió de una hemorragia verbal que todos, absolutamente todos, tenemos cada día, por diferentes motivos. ¿Su delito? Hacerlo frente a las cámaras. Su señora describe en su carta que los medios nunca publicaron la incitación que produjo la reacción del político, pero ¿importaba acaso? Los medios tenían portada para mañana, y el Gobierno la pata de donde cojeaba el patético proyecto democrático de las primarias. Con Silva ocurre lo mismo. De condecorado por el presidente a “pobre mayor de la Policía”. Nadie recordó en el Ministerio de Gobierno o en la élite policiaca los esfuerzos de este hombre en la lucha antinarcóticos, ahora tan solo es una salida fácil a la crisis.

Con Alvarado fuera del movimiento y rechazado por la opinión pública, la suerte de proceso eleccionario no varió, siguió viciado hasta el final. Silva podrá salir de la institución Policial, pero el caso Chauvín sigue más enredado que pelo en cepillo. ¿Cuánto se ganó despedazando el historial de dos hombres? Nada más que saciar el hambre de los medios por varios días y un respiro al Gobierno ante el arrollo de acusaciones y evidencias.

La valentía de estás mujeres de a pie, que no esperan dádivas del poder, sino que exigen respuestas, debe ser respetada. Se necesita entereza para escribir y pedir explicaciones, no sólo de Correa, sino de todo el sistema de poder que se benefició de la dignidad de sus familias.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay que tener mayor criterio para emitir comentarios como: "mujeres de a pie". ó "que quizá participó del hecho pero difícilmente fueron promotores"
Se nota el sesgo que tiene este "escritor"

Ángel Largo Méndez dijo...

Hola enigmàtico "l"

Primero, gracias por participar.

Segundo, una ligera explicaciòn. Cuando uso el tèrmino "mujeres de a pie" me refiero a ciudadanas comunes y corrientes, simples mortales, sin participaciòn en el poder y no conocidas pùblicamente. Es una especie de metàfora, por si no se entendiò. no un comentario.

"quizàs participò del hecho pero dificilmente fueron promotores" aquí màs allà de una grave falta de uso del plural (eso me pasa por no revisar detenidamente) la idea esta clara: no está comprobado que el Mayor de Policìa tuvo injerencia directa en el caso Chauvin, pero se busca señalar culpables en la mitad de la trama, sin averiguar el origen de la historia.

Así que "l", no es un problema de criterio o animadversión, solo una postura personal crìtica al problema. Porque si no leiste la entrada al blog, yo no soy escritor, solo refiero "mi zurda opinion" ¿Ya encontraron el sesgo? bingo.

Ojala y la próxima sepa una ltra màs de tu nombre, enigmatico "l"

Saludos