Ciudadanía con toque socialcristiano

Por: ALM
Con la inscripción del movimiento Madera de Guerrero, Jaime Nebot dice demostrar el acercamiento de su gestión al movimiento ciudadano y su participación en las decisiones del Cabildo. Sinceramente, no conocía esa aproximación tan cercana del político con las bases de la organización civil. Lo que si recuerdo, es una experiencia de vida que me dejo dos ejemplos sobre la conexión entre el Cabildo porteño y las necesidades ciudadana.

En junio del 2008, para la formación de un proyecto de comunicación popular al sur de Guayaquil, me vi forzado a acudir al Municipio para pedir información acerca de la base de datos sobre organizaciones de la sociedad civil (OSC) que se jactan de tener en su página virtual. Antes había intentado obtener dicha información a través del mencionado portal, pero tras un tedioso recorrido por el espacio virtual, encontré que ahí solo era posible la inscripción de mi organización a la lista general, pero no se encontraba publicada.

Me fui entonces con mi proyecto bajo el brazo hasta la DASE. El encargado de la información sobre las OSC me recibió y explicó que dicha información no se encontraba a disposición libre del público y que si quería un alcance de la base necesitaba hacer un petitorio directo al alcalde de la ciudad. En vano fue que le hablara de la Ley de Transparencia y acceso a la información y cosas por el estilo, el funcionario se cerró a toda posibilidad bajo la consigna de que por “seguridad” los datos de dichas instituciones solo son entregados o manejados bajo la tutela y dirección de Nebot. Me vi obligado entonces a escribir la carta, luego de tres semanas de espera y desespera, el resultado obvio: el pedido fue negado.

Me acerqué con el papel con x donde el encargado con la consigna de rebatir la decisión. Mientras repasaba mi discurso en la cabeza caliente, porque el tipo se había ido a almorzar, me percaté de un gran alboroto en las oficinas del Cabildo. ¿La razón? El manifiesto de Guayaquil tenía que ser entregado mañana a Montecristi y ni una sola organización que consta en el clausurado listado, había firmado el documento.

Una secretaria desesperada hacía los contactos pertinentes, con el listado que me habían negado uno, dos, tres veces… invitando a los representantes de las organizaciones a firmar el manifiesto, cuyo documento fue redactado tan solo bajo la visión de del alcalde y sus asesores políticos con anterioridad, sin consulta alguna de representantes de la sociedad civil.

No salía de mi asombro cuando me hicieron pasar. Entonces me dijeron la verdad, el encargado estaba de comisión y no volvería en varios días, pero sobre mi consulta, dejó diciendo que no me preocupara porque dicha información estaría publicada para todo el mundo en la página web desde octubre.

Han pasado casi 10 meses de esa experiencia. ¿Moralejas de la historia? 1) El manifiesto de Guayaquil llegó con la estampa de inclusivo y colectivo. 2) Todavía sigo esperando la información de las OSC en la dirección virtual del Municipio. 3) Nebot va a una segunda reelección bajo la consigna de un movimiento ciudadano. Sí, señores, leyeron bien: ciudadano, con toque socialcristiano.

1 comentarios:

Omar Monge dijo...

ACURDATE QUE EN LA cONSTITUCIÒN QUE HEROICAMENTE ELEGIMOS AL aRT. 66 nUMERAL 23 CONSAGRA EL DERECHO DE PETICIÒN A LAS AUTORIDADES Y QUE EXISTE UNA LEY ORGANICA DE LIBRE ACCESO A LA INFORMACIÒN Y LA LEY DE MODERNIZACIÒN DEL ESTADO QUE HABLA SOBRE EL SILENCIO ADMINISTRATIVO DE LO CUAL SE PUEDE RECURRIR AL HABEAS DATA ES DECIR EL BURGOMAESTRE NO TIENE LA ÙLTIMA PALABRA EN ESTOS TEMAS DE INFORMACIÒN