¿Pluralismo? mmmmm...

2 comentarios abril 12, 2010
Esta mañana en su columna en El Universo, el articulista Simón Pachano hace referencia a la veintena de columnistas de El Telégrafo que decidieron dejar de pertenecer al diario público, aunque dentro de su análisis, llega a una conclusión que no deja de sorprenderme.

Según Pachano, en una visión que merece todo el respeto, “los abajo firmantes” como identifica a los ex Telégrafo, cumplían esas funciones en el diario gracias a su identificación ideológica (de izquierda por cierto y, en ocasiones muy alejadas de la visión gobiernista) y no simplemente por sus cualidades y capacidades como analistas.

Pues bien, no me queda más que darle toda la razón a Simón. Era obvio y conocido que las plumas intelectuales que llenaron el espacio de Opinión y Debate de El Telégrafo tienen una ideología progresista, y en su mayoría, con una gran capacidad de análisis que volvía a la sección uno de los puntuales del medio público.

La pregunta entonces no es si su orientación ideológica les permitió su presencia en esos espacios, sino ¿en que otro medio privado se les hubiera permitido lo mismo? O seamos más puntuales todavía ¿Lo que habla Pachano en el artículo sobre introducir el “pluralismo”, se práctica actualmente en El Universo?

Los invito amables lectores a abrir las páginas del “Mayor Diario Nacional” y encontrar en su espacio de opinión alguna columna con pensamiento de izquierda. Es un ejercicio entretenido, aunque complicado. Más allá de la buena pluma y conocida trayectoria de sus columnistas, sin contar la transparencia de las palabras de Bernard y un consecuente Fernando Balseca, irremediablemente casi todos llevan una orientación ideológicamente a la derecha.

Recuerdo bien que un año atrás, yo como fiel lector de estas columnas me detenía a leer a Xavier Flores, como una bocanada de aire entre tanto oleaje conservador y de tirria a todo lo que hace, piensa y proyecta el Gobierno (en plumas de algunos un hecho de lo mas cansón). Pero de repente, y así por así, la “pluralidad” del periódico quedó desdibujada, simplemente porque al editor de la sección no le gustaba que el articulista tenga una visión cercana a la otra orilla.

Entonces, conociendo la lógica de las empresas de comunicación, sean privadas o públicas ¿Qué tanto sorprende la decisión de los ex columnistas de El Telégrafo? ¿Es en verdad, un mal precedente como dice Pachano o solo la reproducción del modelo de comunicación de masas que impera en el sistema?

El pluralismo no es a cuentagotas, es o no es. Las pocas voces progresistas de El Universo se comparan a las que no comulgaban con la nueva línea editorial de El Telégrafo, con la diferencia que en el segundo caso, decidieron una veintena, dejar el camino libre. Entonces, dejemos de crear fantasmas que han existido toda la vida, y pongámonos el traje de la certeza que así es como funciona, aquí o allá.

Todo lo explícito aquí, en el uso irrestricto de mi libertas de opinión (esto va porsiacaso) y de ideología por supuesto.
read more “¿Pluralismo? mmmmm...”

Sigamos soñando con lo público

1 comentarios abril 05, 2010
Cuando inició el proyecto del diario público, debo admitir que mi fe subió en revoluciones. Y no era para menos. De repente, la posibilidad utópica de concebir un espacio de difusión masiva con un comportamiento basado en el interés colectivo tenía una forma física, y alentaba esperanzas. Pero hoy, no todo pinta celeste.

La ruptura de la parte medular de lo que un día fue El Telégrafo, primer diario público nacional, trae consigo graves secuelas. Daños irreparables ante los ojos del lector que si bien antes recibía con recelo y desgano la noticia de sus páginas, hoy concibe al proyecto como tan solo ”uno más” de los planes fallidos o inconclusos de esta administración política, claro esta infundado por el ataque certero de los medios privados.

Y es que justo son ellos, los mass media, los visibles triunfadores del ocaso de El Telégrafo. La oportunidad perfecta para atestiguar que no es posible un periodismo impresarial, y que la verdad retazada que presentan ellos es lo más cercano a lo que debemos saber, ya que representa la visión de un grupo selecto de particulares, que bien o mal, aseguran mas “libertad” de lo que puede ofrecer un medio aupado por el Gobierno.

¿Y saben qué? No están tan lejos de la verdad. Los directivos del diario público nunca lo concibieron como tal, sino como espacio informativo del gobierno de turno. Con la lógica empleado-empresario, El Telégrafo al principio se debatió en el limbo de recrear información acomodada al interés del Ejecutivo, pero fue rescatado por un grupo de intelectuales conscientes de la posibilidad magnífica de construir algo diferente, novedoso, único. Un espacio de apoyo a lo positivo y crítica necesaria, sin pasionalismos ni odios personales.

Sin embargo, esa visión pluralista fue demasiada para el Gobierno. Ya de pronto las bromas del presidente en sus cadenas sabatinas de llamar “diario de oposición” a El telégrafo tomaban un aire más de advertencia. Fue entonces que de repente, cuando la situación en el país ameritó un análisis objetivo por parte de los que hacían periodismo, que el Gobierno encontró la manera de acallar su voz.

Uno por uno, los gestores de la odisea periodística de entablar un contacto diferente con el lector fueron cayendo. La dicotomía de apoyo-crítica al Gobierno cerró el capítulo e inició una etapa de entreguismo total, donde una vez más primará el deseo personal, los intereses particulares partidistas y la visión empresarial de un recurso público, lejos ya de lo que un día fue preconcebido como de todos.

Para estas fechas, me queda solo la satisfacción de haber participado en lo que un día fue y ya no será. A Carol, mi gratitud y admiración. Y a todos los que creyeron como yo que era posible, que sigamos soñando. Hay trincheras que aún no se pueden invadir. Esta es la mía, y continuaré mientras tenga algo que decir y poco que callar.


Pd: La palabra impresarial me la acabo de inventar, pero creo que se entiende que significa.
read more “Sigamos soñando con lo público”

El Artículo exiliado de El Telégrafo

3 comentarios abril 01, 2010
Me permito en este espacio, con el permiso respectivo del autor, reproducir íntegramente el artículo censurado de Silvia Buendía, articulista de Diario El Telégrafo. Es de suma importancia, para quienes creemos en la utopía del manejo público y colectivo de la información no dejar pasar situaciones que lastiman la libertad de expresión, más aún cuando esta no es lasciva, ni insulta, ni injuria, ni esta llena de odio.

A continuación, el artículo como debió salir hoy:

Telón
Por SILVIA BUENDÍA

silvia.buendia@telegrafo.com.ec

El 27 de enero de 2010, treinta y cuatro columnistas del diario El Telégrafo firmamos una carta abierta que se publicó en la sección Cartas al Director de este diario. En esta carta los columnistas manifestamos nuestros reparos ante la posible creación, por parte del Gobierno, de un medio de difusión oficial que compartiría infraestructura con El Telégrafo. Sostuvimos que esta cercanía entre un medio público y un órgano de difusión y propaganda oficial restaría credibilidad e independencia al primero. Destacamos el hecho de que por sobre todo, diario El Telégrafo era un medio de comunicación público, pero no gubernamental.

Antes de que se publicara esta carta de los columnistas, ya los integrantes de la redacción del diario, sus más altos directivos y su directorio habían expresado esta misma preocupación. Por esos días Rubén Montoya, Director del Telégrafo, peregrinó por medios de comunicación públicos y privados, defendiendo razonada y razonablemente esta idea de la imposible convivencia bajo un mismo techo de un medio público y uno propagandístico gubernamental. Lo hizo con argumentos, sin estridencias, sin proferir insultos, calmadamente. En la página de Opinión & Debate los columnistas del Telégrafo apoyamos el proyecto de diario público desde la fuerza de nuestras convicciones. La apuesta se dobló y redobló.

Hoy existe un nuevo directorio en este diario el cual tomó el jueves pasado la resolución de separar a Rubén Montoya de su cargo. La resolución podrá rezar que este despido se debe a falta de acuerdos en temas administrativos, o lo que sea. Para mi es evidente que la razón de la salida de Montoya obedece principalmente a su pensar y actuar respecto al proyecto gubernamental denominado periódico popular. Desde que esta pugna se inició, el 1 de febrero de 2010 para ser exactos, se han dado acciones irregulares, inconsultas y sin explicación dentro del diario. Se ha censurado contenidos, se ha despedido intempestivamente a trabajadores. Luego de la salida de Rubén Montoya, el domingo 28 de marzo Mariuxi León editora de diversidad y zona ciudadana fue removida de su cargo e impedida de ingresar al diario. Fausto Lara editor de economía fue despedido apenas antes de ayer.

Personalmente fui desde el inicio fanática de este proyecto de medio de comunicación público. Me encantó leer en el Telégrafo una forma de hacer periodismo diferente, reportajes profundos, secciones que tenían como protagonistas gente común, ciudadanos de a pie, personajes diversos, comúnmente marginados de las páginas de los medios de comunicación privados. Ha sido para mí un honor escribir una columna compartiendo página con cerebros tan hermosos, ser parte de una sección de opinión en la que los columnistas sesudamente opinaban y escribían lo que nunca antes se dijo.

Durante un año y ocho meses nadie me dijo qué escribir o qué no escribir en mi columna. Los hechos arriba explicados me hacen pensar que las reglas del juego en este diario han cambiado. ¡Ay! Es un poco tarde para que mi teclado indomable empiece a ceder a presiones. “Uno no siempre hace lo que quiere, pero tiene el derecho de no hacer lo que no quiere.”
read more “El Artículo exiliado de El Telégrafo”

Guayaquil paisa

2 comentarios marzo 19, 2010
Me imagino a Colombia como una Guayaquil inmensa. Con la misma tirria predilección por las acciones políticas colectivas, y un efusivo enamoramiento con las identidades personalistas. A las palabras los hechos: lo que significa Nebot para el puerto, lo es Uribe en el vecino de norte, y hay serias similitudes entre los citados políticos y su caracterización de cómo debe funcionar el pueblo gobernado.

Una de ellas obviamente en la tendencia conservadora. Desde la llegada de la “revolución ciudadana”, la vanguardia derechista se ancló en el puerto principal. ¡Hay de los zurdos que nos identificamos en la Nueve de octubre!, es siempre discusión de 5 a 1, con tendencia al alza. Asimismo, en un plano geográfico más extenso, desde la fiebre de izquierdismo light que apareció en Sudamérica, Colombia se mantuvo firme en su posición del imperio, algo que la mantiene al margen de muchas iniciativas en el bloque del sur pero que mantiene un gran apoyo popular al interior del país.

Otro espejo es la mano dura en seguridad. La falacia: violencia resuelve violencia es tinte mágico de estas administraciones. Una ciudad con policía privada que sirve para atacar a propios ciudadanos es parecido a un país que invierte en fracciones paramilitares para detener a las FARC y narcotráfico. En los dos casos, un mismo resultado: caos. Sangre que se derrama en una lucha sin fin y de pocos resultados.

Pero si en algo el modelo se ha copiado íntegramente es en la concepción personalista de la política. Una creación minimalista donde solo existen los malos y nosotros, como esencia de salvación y expiación. Es así como aparecen partidos políticos de formato monárquico y llenos de “ismos” que convierten un nombre propio en sujeto de estudio ideológico y filosófico.

Así es como Madera de Guerrero resulta ser padre putativo del Partido de la U, ambas simples analogías para representar el poder de un individuo sobre la masa a la cual lidera con tintes paternalistas. Bajo la estructura democrática agrupan a nuevos personajes y jóvenes políticos para su supervivencia electoral, pero cualquiera que sea, amén de sus capacidades personales, responden siempre al padre de la parroquia.

Pero fuera de toda crítica, lo encomiable es que simplemente funciona. Nebot consiguió diputados con su naciente grupo político y barrió a sus contrincantes para alcalde de Guayaquil. En Colombia, el uribismo se adueño esta semana del senado y sus pre candidatos presidenciales, el que sea, parte con tres a uno ante la línea opositora. Los ciudadanos de ambas latitudes son afines a este tipo de lógica social, y las aplauden, algo que posiblemente las sostendrá en el poder por varias años más.

¿Desgaste? No lo creo. Cuando el alcalde de “Más ciudad”cumpla este ciclo se verá tentado a promover a un segundo, que a determinadas cuentas, será hecho de la misma “madera de guerrero”. En Colombia eso ya está pasando, y no se ve ni cerca una ruptura del romance pueblo-Uribe, aunque él ya no sea el de la banda presidencial. Todo apunta a que regímenes como estos tienen el camino abierto, y se convierte en material de estudio para el debate de ideas, consignas e ideales de quienes no compartimos estos modelos de liderazgo.
read more “Guayaquil paisa”

Señores, la web es otra cosa

0 comentarios febrero 25, 2010

Facebook, Twitter, My Space y una infinidad de blogs personalizados superan, hoy por hoy, las preferencias de lectura de miles de personas frente a los medios tradicionales. Ya quisiera cualquier periódico a nivel nacional tener cerca de 600 mil lectores diarios (cantidad de usuarios del Cara de libro en el Ecuador), o los noticieros de horario estelar el rating del Face en horarios de tráfico pico en Internet (de 18h00 a 20h00).

La nueva tendencia no se produce por la calidad de información, contenido o diseño. Simplemente, por la capacidad que nos entregan las redes sociales de ser gestores de la propia comunicación, de una retro alimentación que no termina en el lector, sino que comienza con él. Miles de personas se interconectan en una interfaz gráfica donde ellos son los protagonistas de las historias, sucesos, anécdotas, con la capacidad de compartir un retrato de su vida en el espacio mediático de la www , y lo mejor de todo, sujeto a restricciones que uno mismo se impone.

Implantado este nuevo sistema informativo, la conversión de los medios tradicionales hacia el espacio virtual se vuelve imprescindible de acuerdo a la lógica de la globalización. De receptores de datos a productores, los cibernautas han desecho los conceptos básicos de la comunicación pública que emerge cada vez como un espacio más amplio, diverso e ilimitado, nivel al cual los medios de comunicación de antaño también buscan emular.

Pero ¿Hasta que punto una estructura empresarial rígida como los medios tradicionales pueden ubicarse en el nicho gratuito de la web? Con la aparición de los periódicos virtuales, Reproducir procesos de compra y venta de información en un sitio donde la misma circula libre de impuestos y capital no es tarea fácil. Muchos periódicos como el New York Times que intentaron cobrar por las lecturas de su página web tuvieron que deshabilitar el sistema ante la negativa de los usuarios por pagar algo que encuentran sin costo en otro portal.

Sin embargo, en lo referente a las redes sociales la conversión funcionó de mejor forma. Canales de noticias como CNN en español tienen un gran impacto en sus fieles seguidores con la información actualizada al instante en su página de Facebook, donde se permite la interacción total del usuario hasta con lis mismos presentadores del informativo.

Pero dentro del accionar de una red social existe otro impedimento para la fusión total con los mass media: la ambigüedad de lo privado-público. Muchos medios tradicionales están intentando delimitar el accionar de sus periodistas en sus propias páginas personales, como es el caso del Washington Post, cuya guía para la conducta de sus redactores les exige abstenerse de escribir, tuitear o postear cualquier cosa, -incluyendo fotografías o vídeo- que pueda ser percibido como un reflejo de políticas, prejuicios raciales, sexistas, religiosos o de otro tipo o favoritismos que podrían utilizarse para dañar nuestra credibilidad periodística.

¿Acciones como la del Post protegen el trabajo periodístico o buscan reglamentar el yo del periodista? Fuera de la imparcialidad o pluralidad del comunicador al escribir la nota ¿está llamado a perder su espontaneidad y subjetividad hasta en espacios de libre creación? Un bloguero como yo no concibo eso, y no creo que tampoco ningún usuario del Hi5 que sabe cómo, cuando y de que forma publica lo que publica.
Síntomas como este, prestos para el debate, deben contener una premisa básica: las redes sociales nacieron libres, y no pueden ser reconstruidas en el proceso, algo que los medios privados y públicos deben llegar a entender antes de infiltrarse por completo en los canales de la información sin condicionamientos.
read more “Señores, la web es otra cosa”

La idea es sumar, no restar

0 comentarios febrero 09, 2010


Para el proceso de reproducción e información de las opiniones sociales hay una máxima que me parece trascendental: La verdad es la suma de muchas verdades. Independiente siempre de la ideología, apego o cultura del individuo, la base del criterio colectivo no puede ni debe obviar jamás ninguna aportación por mas inverosímil que parezca.

Contraria a esta aproximación teórica, están los medios de comunicación privados. Ubicar en el imaginario social el concepto de que la versión parcial de la realidad que publican es un irrefutable ejercicio de opinión pública distorsiona de por si la visión objetiva que el ciudadano tiene de si mismo. El animal social no existe sin la replicación de su semejante y viceversa, en una retroalimentación que los mass media utilizan de forma casi nula. Es la opinión publicada la que manda, una dimensión ficticia de lo real.

Justamente, para contrarrestar esa ilusión colectiva es que surgen los medios públicos. La elaboración de informativos con fondos nacionales intenta hacer aplicable el concepto inicial de la suma de verdades, En el país, la aparición de medios estatales sugirió el retorno a la premisa universal del manejo público de la información, cuya meta es la participación activa del ciudadano en la elaboración, crítica y análisis de la noticia, sin encasillar la información en el mero acto de la reproducción de los hechos, sino llevándolo a niveles de debates conceptuales, discusiones en foros públicos, y respuestas a los problemas desde lo cotidiano. El ciudadano-reportero es el objetivo.

Sin embargo, la decisión del Ejecutivo de utilizar parte de la maquinaria del Telégrafo para armar un periódico de corte popular pro Gobierno, retorna la propuesta a la sobrevalorada opinión publicada. Igual que los medios privados, se busca que los lectores asuman subjetivizaciones de hechos concretos como verdades comprobadas y aprobadas por el colectivo, sin comprender que más allá de una porción calculada de la realidad no es, y por lo contrario, sugiere posiciones particulares que someten el designio mayoritario a la verdad de unos pocos.

Empresarios o gobierno, la entelequia es inevitable, y la distorsión de lo que intenta reproducir un medio público irremediable. La suma de verdades se divide nuevamente dejando al consumidor de la información en la necesidad de alimentarse de cada una, para saborear tan solo retazos del hecho real. Es restar espacio a la propuesta inicial. Si ya de por si la utopía de una efectiva opinión pública entendida como el conjunto de un todo era ya una epopeya, la intromisión del Ejecutivo en la labor periodística del diario público podría empantanar lo ya recorrido.

¿Hay necesidad de mezclar lo uno con lo otro? No lo creo. El espacio informativo del Gobierno es parte de la verdad y debe ser respetada, así como la esfera privada tiene su nicho. Aquí lo único contraproducente es restar cancha al desarrollo del periodismo ciudadano, el cual se diluye entre la torcida de los dos bandos, y puede fracasar en el intento de reconstruir la verdad colectiva. La de todos, o por lo menos, la gran mayorí.a
read more “La idea es sumar, no restar”

Porque así somos

9 comentarios febrero 02, 2010
Una nueva marcha se cocina en Guayaquil. Como ya es casi costumbre, los madera de guerrero saldremos a las calles para defender una vez más nuestro derecho a ser únicos, diferentes, autónomos, independientes, y especiales.

Únicos, porque somos la única ciudad donde la voluntad de un hombre se asume como verdad irrestricta e irrefutable. Jaime Nebot no solo es el alcalde de la ciudad, es la voz de la ciudad. Cualquier murmullo fuera de de sus canales es desautorizada y tildada de anti-guayaquileño. Así como el presidente tiene a sus ex amigos que lo apuñalan por la espalda, así también el alcalde desgreña a cualquiera que ose tener una idea distinta de lo que el imagina por Guayaquil.

Diferentes, porque nos enseñaron a vernos así. Con mucha identidad guayaca pero poca visión de país, salvo en los partidos de la selección. Azul y celeste, Barcelona y Emelec, el 9 de octubre, el arroz con menestra, son insignias del orgullo de un pueblo aguerrido. El cual, sin embargo, pareciera que vive atado y anclado a repercusiones de tierras ajenas. Desde la Colonia, nos impusieron la tricolor, la batalla de Pichincha, la Liga y el cuy asado.

Autónomos, porque se escucha bonito, aunque no entendemos de que se trata. La autonomía al andar que prometió Nebot parece que se perdió en el camino. Lo que vivimos en la urbe es una auto- no – mía. No hay espacios para reclamar, ni para criticar, ni para participar. Seguimos dependiendo no solo del estado, sino de la última y única voz (véase párrafo 2) y mientras las cosas siguen así, trasgredimos directamente el significado de la palabra que receta el diccionario.

Independientes, porque el eslogan del escudo así lo dice. Nada más. Guayaquil fue, es y parece que seguirá, siendo dependiente de los socialcristianos. Una ciudad que es regida tantos años por los dictámenes de un solo partido político o ideología, va perdiendo sus espacios demócratas lentamente. Ya los cupos para la charla son escasos, sino te sometes a los designios preestablecidos te pegan un trompón, o sino pregúntele a Villacreses. ¿Queremos un reflejo de Correa en el poder por 20 años? Miremos el espejo de nuestro concejo municipal.

Especiales, porque no hay otro calificativo. ¿Quién nos ha dicho que somos o merecemos más que el resto? ¿Acaso nuestro status u orgullo nos impide ver más allá de la lógica colectiva y solidaridad? Los recursos destinados para Guayaquil son y siempre han sido justos, pero por la pantomima política, ahora nos están robando.

La redistribución de fondos para cantones pobres y excluidos ha desatado la furia huancavilca nuevamente. Y tiene sentido, porque si nos vendieron la idea de que somos únicos, diferentes, autónomos, independientes y especiales, para qué vamos a estar solucionando problemas ajenos. Es maximizar los sentimientos yoístas y vacilar ante la propuesta comunitaria. Así fuimos criados, así entendemos el mundo.

Este 11 de febrero, antes de salir a marchar, recoge tu bandera y amarra tu cintillo. Pero te recomiendo algo adicional. Revisa tus creencias. No permitamos que la ilusión de superioridad nuble nuestra mente y corazón. Iniciemos por casa y comparemos lo que nos dicen a lo que hace. Talvez pedir una respuesta de cómo se gasta el dinero que reclamamos, puede ser un punto de partida.
read more “Porque así somos”

Nacionalismo out

2 comentarios enero 14, 2010
Sumado el tercer año de la “Revolución Ciudadana”, la crítica de la oposición y medios de comunicación (o sea, la misma cosa) se centra en la obra vial prometida e incompleta, el supuesto ataque a las libertades de expresión y a unas fallidas políticas económicas.

Lejos de ser cierto o no lo que detalla la prensa, el análisis de los 1095 días de Gobierno sí presenta un panorama desalentador, pero no tanto desde la óptica de resultados concretos, sino de los conceptos geopolíticos que encapsulan a la revolución. Dicho de otra forma, en tiempos de globalización absoluta, irremediablemente los procesos nacionalistas tienden a desaparecer rápidamente, ya que no replican los intereses trasnacionales que manejan la economía mundial.

Es un error conceptual grave de la llamada nueva izquierda que lidera este proceso político seguir imaginando un cambio global hacia el socialismo desde la experiencia interna de un país. Es ilógico creer que un sistema capitalista imperante en las transacciones económicas, sociales y culturales del planeta entero reducirán su expresión por la aparición de procesos discordantes, los cuales en principio puede hacer roncha, pero terminan aislados por la manipulación de los intereses de las grandes corporaciones, verdaderos amos financieros del mundo y sin límites geográficos como trabas.

En ese contexto, ni la URSS, ni China, ni Cuba, como tampoco Venezuela, han logrado abarcar su programa político más allá de sus fronteras, quedando aislados por un bloqueo económico que funcione a modo de chantaje y que genera paulatinamente, descontento en las mismas filas revolucionarias. Lo mismo está pasando en Ecuador, embaucado ahora con la “fuga de inversiones” que lo mantiene anclado en los rezagos aún de una crisis económica de más de una década.

¿Es funcional seguir creyendo que un sistema global puede ser derrocado con un proyecto nacionalista? La izquierda en cada rincón del mundo debe preguntarse eso cada día, para ver si asumen un nuevo paradigma de revolución. Los procesos integradores son necesarios y urgentes, pero hasta ahora no tienen el carácter de serios. El ALBA, UNASUR y el Banco del Sur no tienen peso político ni económico para ser tomados en cuenta por la comunidad mundial, lo que reduce su existencia a formalismos burocráticos.

A tres años de un proyecto nacionalista condenado al fracaso, no por su resultados inmediatistas sino por su ubicación ideológica, es necesario replantear criterios en base a teorías comprobadas. La evolución de la geopolítica planetaria es irreversible y debe ser tomada como punto de partida. Así como fueron los imperios monárquicos, ciudades-estado, y los estados feudales, de igual forma los estados-nación tienen fecha de expiración, y ese momento debe agarrarnos preparados.

Es momento de que el Gobierno sea protagonista de un nuevo orden mundial, de una democracia planetaria. Abrir las fronteras para consolidar espacios de decisión amplia y sin banderas, es hablar de una verdadera revolución, anti capitalista, anti corporativista y anti nacionalista. La izquierda nueva debe configurar no un proyecto político de poca duración, sino un modelo como parte de un todo, si quiere sobrevivir en un marco global. Es en determinadas cuentas, regresar a lo planteó Marx hace siglo y medio “Trabajadores del mundo, uníos”. La premisa está hecha.
read more “Nacionalismo out”