La mismacracia

El viernes pasado tres articulistas analizábamos en un panel de televisión la participación masiva de personajes políticos de la denominada “partidocracia” en las filas de PAIS que aspiran a obtener en estas elecciones un cargo público. Mis dos acompañantes en tono unísono afirmaron la estrategia absurda del movimiento oficialista de dar cabida a representantes políticos que simbolizan todo lo que el proyecto político del presidente dice o pretende combatir.

En medio de la conversación, dije una frase lacerante que saltó a la cancha sin mucha relevancia o futuro. “Los camisetazos no los inventó PAIS”, y estaba en lo cierto. La premura de las cámaras no permitió un análisis más profundo de la situación, pero con tranquilidad y la soltura del papel, profundicemos en el tema.

Cierto es, y era de esperarse, que PAIS apueste a viejos políticos para pelear por espacios seccionales de manera significativa. La aparición de figuras de la partidocracia en filas oficialistas responde a la manía generalizada de los partidos y movimientos políticos en el país: la poca o nula formación de cuadros que mantengan y expandan el ideario o pensamiento ideológico de la agrupación. Los verde limón adolecen de ese mal, que se degenera aún más si el grupo es el resultado de varios subgrupos antagónicos entre sí.

Sin embargo, la gran base de dinosaurios políticos para esta lid electoral no reside en PAIS o los partidos tradicionales. Es la lista 24, el novel Partido Municipalista, quien acoge la misión de mantener en el poder a cuasi líderes encarnados en los rincones citadinos y rurales más disímiles del Ecuador. Alrededor de 120 alcaldes, de un total de 221 cantones, van por la reelección, y la mayoría de ellos, con gran expectativa de victoria en sus reductos.

Lo interesante es observar como muchos de los candidatos-alcaldes, fueron anteriormente cartas de partidos de oposición al régimen, de oposición a las mismas tiendas políticas que los llevaron al poder, y ahora cambian de caballo para continuar en la administración seccional. Verdaderos bailarines de la política, que no obstante, gozan de popularidad y fuero de corte en sus pequeñas localidades.

Esta adhesión personalista de los candidatos locales difiere mucho ahora de la llamada partidocracia, ya que en su gran mayoría, busca la reelección alejados de las corrientes ideológicas de antaño, de los colores e ideales que juraron defender, y que los apadrinó por décadas en el espacio electoral. Ahora se hacen llamar independientes, nuevos hombres, opciones frescas, referentes ciudadanos…

A excepción de algunos con un desempeño notable en su administración, caso Auki Tituaña en Cotacachi o Jorge Bailón en Loja (entre los que me atrevo a nombrar) un gran puñado solo busca redondear el negocio perfecto de las rentas municipales. No son ya de la partidocracia, la cual repudiaron y dieron la espalda cuando ya no les servía, ahora son en sí mismo una cracia de hombres oportunistas de poca convicción ideológica pero gran astucia política. Ya depende del ciudadano analizar si su candidato-alcalde merece otra oportunidad, o es hora de que rinda cuentas.

3 comentarios:

Roberto dijo...

Angel.
La "mismacracia" es lo que yo (perdón por escribir en primera persona), veía que iba a suceder con nueva Constituciòn o sin ella. El Pais no cambia porque hemos cambiado el papel, sino debe cambiar desde adentro , como decía Velasco Ibarra : La verdadera revolución , está en el alma (no en la superficie).
Como además tenemos un presidente populista (y no socialista como dice) la borrachera pronto terminara, y luego de ella, todos sabemos que viene la resaca.
Los verdaderos socialistas, no tienen futuro con un pueblo que justifica el fin sin juzgar los medios, como el nuestro.
Lo social o la cuestiòn social tampoco debe ser , y ni es, solo patrimonio de los socialistas...debe ser preocupaciòn de todas las ideologìas en Ecuador.
Saludos.
Roberto Parra

quark schiz dijo...

Ángel:

Esta adhesión personalista de los candidatos locales difiere mucho ahora de la llamada partidocracia

Creo que cometes un error al decir que la adhesión personalista es nueva. Definitivamente no lo es. Históricamente los movimientos y partidos políticos en este país han girado en torno a un personaje o un caudillo. De esa costumbre deviene que se le añada el sufijo -ismo a los apellidos o nombres de los personajes políticos a raíz de su gestión de turno (alfarismo, velasquismo, bucaramismo, etc.). Basándome en lo que leo en este websitio precisamente ese personalismo es una de las manifestaciones reveladoras de lo que es una partidocracia. Asimismo me parece sintomático de esa rutinaria "mismacracía"... Porque así ha sido siempre. Bueno fuera que lo medular en los movimientos políticos fueran las ideas (así tú las juzgues como "de antaño") y no la imagen de un mandamás o de un figuretín baboso.

Lo peor es que eso ¡sigue pasando! Y son actitudes patéticas como, por ejemplo, la de Raúl Vallejo al renunciar a la ID por un mero desacuerdo, las que nos enseñan a los votantes a pensar de ese modo (que Correa es el centro de Alianza País, que la UDC es igual al perverso Mahuad quebrando los bancos, que Febres Cordero es el muñeco de paja del socialcristianismo, que los palurdos del MPD son la viva imagen del marxismo leninismo..., etc.) y a votar en consecuencia.

Ángel Largo Méndez dijo...

Ámigos gracias por participar. La misma cracia desde mi visión, simboliza la personificación del abuso o descontrol por el poder devenido de una sola persona o individuo, que a través de amarres y cambios de camiseta, se adapta a las coyunturas para continuar en un sitíal privilegiado. Difiere entonces de la partidocracia en cuanto utilizaron la moda febres borjista para alcanzar el poder local y ahora sustentan su éxito en el dinero municipal y la figura del gobierno. Nacieron de los viejos partidos políticos, pero los abandonaron al momento de sentirlos inútiles. En ese sentido, los oportunistas de esas características son la misma cracia de siempre que busca la perénnización en el poder huyendo del membrete de partidocracia, cruz que unos pocos se han atrevido a cargar en este período electoral.
Saludos