Piedras tecnócratas


Las reformas educativas, tanto a nivel básico como superior, que el Gobierno pretende imprimir con su sello tecnócrata y especializado, incumple algunas premisas importantes en el plano académico, que de alguna forma, genera discrepancias sobre la efectividad del nuevo panorama de formación científico-intelectual en el país.

Firme a su convicción pedagógica que genera mayor empuje al análisis técnico que a la meritocracia, el presidente Correa confía plenamente en la idea que una nueva ley de Educación, y la evaluación de maestros será el aliciente indicado para mejorar una alicaída educación devastada por los intereses políticos populistas a su interior y su poca capacidad de autorenovación.

Sin embargo, los caminos escogidos para la revolución educativa, están dejando de lado parámetros estrictamente técnicos, llegando incluso a tomar aires de revanchismo y amenaza política. La pugna con la UNE por la realización de las pruebas evaluatorias está recayendo en un nuevo ardid partidista donde PAIS se enfrenta al MPD y la oposición que se agarra de cualquier pretexto para cumplir dicha función.

La decisión del Congresillo de separar del magisterio a los profesores que tengan insuficiente en dos pruebas consecutivos suena a castigo de recreo. ¿Se habla acaso del proceso de capacitación que tiene programado el Ministerio de Educación para los maestros que no aprueben una primer examen? ¿Esta evaluación está enmarcada dentro de los procesos del olvidado Plan Decenal? Hay temas pendientes en la educación primaria y secundaria que va más allá de las condiciones fisiológicas y psicológicas de un maestro para sentarse amenazado a dar una prueba. ¿Hay programas para bachilleratos técnicos renovados? ¿Se cumple a cabalidad la transición de de 1 a 10 año de educación básica en todas las escuelas públicas?

De la misma forma, el intento meritorio de la Senplades por mejorar los criterios de la educación de pregrado se está quedando en mera regulación de fondos ¿Se ha creado un nuevo plan curricular ante la mayor demanda de estudiantes gracias a la educación gratuita? ¿Existe una cohesión de la ley de Educación Superior con el llamado Plan Decenal? Los enfrentamientos al estilo que odia Correa, tipo “izquierda infantil” son el resultado de un proceso poco participativo, no incluyente y completamente financiero porque, seamos reales, en las calles no están peleando estudios, están peleando dólares.

Los procesos tecnócratas y especializados que el primer mandatario ha encargado el desarrollo de su ambicioso plan de recuperación de la Patria, se están quedando estancados en minucias. Ni el despido masivo de profesores ni sus posibles reemplazos reprobados en las pruebas de admisión al Magisterio solucionan años de no planificación y nula capacitación al personal docente, así como tampoco la rendición de cuentas de fondos estatales en las universidades mejores el desfase educativo entre los bachilleres y sus opciones de pregrado. Es necesario sentarse a discutir planes a largo plazo que muestre solidez para su ejecución y unidad de todo el sistema educativo nacional, al paso de cuanto signifique políticamente el manejo del gremio de educadores.

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