La campaña no es para políticos

Por:ALM
En ocasiones se vuelve difícil percibir las inclinaciones políticas de las agrupaciones partidistas de nuestra democracia, pero en épocas de campaña electoral, el asunto se vuelve casi imposible. La serie de mensajes publicitarios y alusiones de carácter social abarcan por completo el espectro de los candidatos a cualquier dignidad, que da la sensación que estuviéramos eligiendo entre una sola tendencia.

Del vendaval de percepciones mediáticas que vamos a ser víctimas por 45 días hay que echarle la culpa a la globalización. Las tecnologías y la comunicación, baluartes de este sistema mundial donde cada ser está interconectado de alguno u otra forma, minimiza hasta cantidades ínfimas los contenidos programáticos de los aspirantes a cargos públicos y deja solo para la inscripción en la papeleta el significado ideológico de sus siglas. De esta forma, el arte de la política pasa a ser una de las pocas ramas profesionales donde la teoría no determina para nada su praxis, situación que en casos como la ingeniería, medicina, enseñanza, arquitectura o abogacía sugiere una grave falta y en muchos países, hasta causal de delito.

¿Cuántos profesionales o expertos en ciencias políticas están en el tablero electoral? Se me ocurre menos del 10%. Y es una situación un tanto paradójica, porque a la vez que más personas se adentran al estudio de la política son pocos los cuales se atreven a participar con esos pergaminos en lides electorales, porque en la situación culminante para todo politólogo, poco valen sus conocimientos y mucho sí sus estrategias marketeras.

La política como la entendemos en nuestro país está hecha para los publicistas y no para los políticos, los reales políticos. Quienes en apego estricto a su formación intelectual osan enredarse en la maraña de estrategias para alcanzar el voto terminan desilusionados de lo que aprendieron en aula o en el mejor de los casos, se retiran a tiempo, regresando a la producción científica social, o replicando desde la crítica. Hacer política no es para los cerebritos, sino para los sabidos. El mejor calificado solo es presidente de curso en los colegios.

De esta circunstancia se desprende que la hora de elegir opciones se reducen a parlamentos repetidos y promesas ufanas. Hablar de educación, salud y vivienda gratuita se convierten en lugares comunes en boca de candidatos de “izquierda” y “derecha”, que el Presidente se declare humanista, de izquierda, guevarista o socialista del siglo XX1, pero su movimiento no tenga ideario político; de una “nueva izquierda” abanderada por una candidata de centro; de un alcalde a la reelección que ha siempre ha sido de derecha pero ahora practica un capitalismo social, comparándolo con un socialismo de mercado, conceptos completamente disímiles entre sí.

En un post anterior hablaba del renacer de la ideología, pero entre los votantes, una identificación de conceptos de manera vaga y espontánea, porque los encargados de reproducir esa temática en la sociedad, los partidos y movimientos políticos, son adictos a la mercadotecnia. En épocas de elecciones poco importa la línea ideológica de cada organización. Hay que apelar al sentimentalismo de la gente, a la pasión de las multitudes, al corazón de la esperanza, avanzar hasta la victoria siempre, por la Patria y socialismo, pensar que viene más, o que es hora del cambio, dalo por hecho amigo lector que son las consignas que retumbarán en cada esquina, cada vez más redundantes y vacías sin una significación práctica en beneficio del pueblo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

"¿Cuántos profesionales o expertos en ciencias políticas están en el tablero electoral?"
Bueno, en mi experiencia los profesionales o expertos en ciencias políticas no son más que una mini-enciclopedia de ideologías sin opinión propia y mucho menos con ideas de como lograr llegar al progreso o cambia.

Ángel Largo Méndez dijo...

En si amigo john no es una verdad comprobada que mejores gobiernos lo harían profesionales políticos, pero en ocasiones es desesperante ver a candidatos sin la mínima noción de teoría política. No buscó ni nadie busca eduritos sentados en el sillón presidencial. Pero si por lo menos que se poroyecté como un estadista promedio.

Ángel Largo Méndez dijo...

Eruditos y proyecte, disculpa pero escribir del celular es medio complicado.