Nebot y los que no trabajan


Cuando leí atentamente en los medios de comunicación las declaraciones del alcalde Nebot ante los empresarios de saco y corbata me quedé aturdido y boquiabierta. No tanto por su invitación a la “revolución de las chequeras” contra los pecaminosos y excomulgados proyectos de CDRC, sino por su pensamiento poco ortodoxo acerca de cómo funciona la sociedad de consumo.

Diario Expreso expuso de forma íntegra estas declaraciones del funcionario: “Estamos frente a un gobierno centralista, concentrador y totalitario que busca eliminar los derechos obtenidos por los empresarios para repartir lo que tienen quienes sí producen entre quienes no trabajan”. ¿De qué derechos adquiridos estamos hablando? Los derechos fundamentales del ser humano no han de ser. Esos no se obtienen, captan o negocian, son intrínsicos y naturales. Lo que se obtiene a través de el libre mercado y la competencia son bienes, valores y servicios. De ahí el derecho de cada quién a tenerlos o no, a producirlos o no, a repartirlos o no, según lo enmarcado en la Constitución y las leyes.

Pero siguiendo la perspectiva de Nebot, ¿las personas que no trabajan, no son partícipes de estos derechos? Y siendo un poco más inconoso ¿Se habrá puesto a pensar porqué esas personas no trabajan? O será, acaso que ¿si lo hacen pero reciben lo justo para sobrevivir en la época de la esclavitud asalariada por parte, de ellos sí, los dueños de los derechos de producción?

Esos que “no trabajan” según Nebot, son los que se ganan la vida como informales, y usted los persigue. Los que en desesperación por el bocado roban y hurtan, y la sociedad “bien” los condena. Son los que tienen un empleo de miseria, por parte de los que sí producen, y deben romperse el lomo cono dos o tres cachuelos más para lograr lo justo. Que no sean entes productivos de per cápita no los involucra en el territorio de vagos, holgazanes o parásitos de una colectividad acostumbrada a aceptar los desniveles sociales económicos como algo natural y hasta necesario.

El alcalde trajo a colación además un pensamiento de Churchil “El defecto del capitalismo es repartir desigual la riqueza y el del socialismo es repartir por igual la miseria”. Si se lo sitúa en la realidad actual nacional, las medidas económicas adoptadas por el Gobierno buscan una redistribución más equitativa de la riqueza, a través de la recaudación fiscal, que se encuentra impoluta en manos de los grandes empresarios y banqueros. No es repartir miseria por igual, porque no se establecen límites a las posibilidades de producción, a la adquisición de bienes o servicios, simplemente el cumplimiento de una mayor responsabilidad social del tenedor de los medios de producción con su entorno.

Nebot tiene todo el derecho del mundo a estar en contra del socialismo. Tiene toda la libertad para crear comités de defensa para su labor en la alcaldía. Posee toda la autoridad para convocar a su estrato social a estar atentos y ser activos en la lucha contra la revolución ciudadana. Pero no tiene porqué poner es desmedro a las personas que por circunstancias apegadas a la forma de entender el equilibrio social de la clase económica dominante, no son productores de plusvalía, y tan solo por eso “no trabajan”.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Es lo que a muchos les cuesta entender, que no quieren el cambio, pero que se sirven sel actual gobierno..y conozco bien a uno de ellos, a un masoquizta, a quien esta nota le caerá como anillo al dedo, siga adelante,..lo felicito .j.s

Roberto dijo...

Estimado Angel.
Los informales son trabajadores también. No son a ellos a los que se refiere el Ab. Nebot, el se refiriò a los que no trabajan, no a trabajadores informales...que solo tiene que legalizarse, es decir, tener un permiso para su actividad, y cumplir con lo que establece el Còdigo de Comercio y las ordenanzas.
Un error, de los tecnócratas, es llamar sub-empleo al empleo informal. Yo siempre me he opuesto a esta miopía. El informal o el comerciante independiente, existe por el hecho simple de que el recurso económico, que se llama TRABAJO o FUERZA de TRABAJO (según la nomenclatura marxista), es abundante en términos relativos vs. otros recursos econòmicos, y lo abundante está disponible y cuesta mentos, y consecuentemente, para producir bienes y servicios, la poblaciòn usa primero aquel recurso que abunda màs que son ellos mismos.
Yo no tengo trabajo en relaciòn de dependencia desde hace 6 años, mi ex piensa que soy desempleado porque no tengo un lugar fijo, no marco tarjeta, y no me pagan cada 15 días. Podrìa ser informal, como taxi pirata, pintor, electricista (ya que conozco estos oficios, pero la vida me hizo economista) , pero saqué un RUC que es gratis, y no me tomò más de 15 minutos y declaro mis impuestos por internet desde mi cuenta de ahorros (no tengo cta. cte, me la cerraron hace 5 años) , que no me toma más de 3 minutos cada 6 meses. ¿Cual es la diferencia?, es que yo tengo la aptitud (no tengo miedo al SRI) y actitud (yo quiero ser formal, creo en ello) para entrar al sistema formal, en eso debemos concentrarnos, en hacer a los informales en formales, y si no tienen la aptitud, debemos proporcionárselas, para que puedan ejercer sus derechos ciudadanos. ¿Alguién ha pensado en trabajar en éso?¿en formalizarlos? EL SRI no creo que lo ha logrado hasta ahora, solo en parte, pues hacerlo bien como Dios manda, puede afectar a la imagen del Gobierno Central. Tendrìa que también reprimir a los informales tal como lo hace Nebot, ya que no pagar impuestos es un delito contra la sociedad.
Bueno. Hasta Pronto.
Roberto