En la manifestación ciudadana por la “libertad de expresión” se dio un asunto paradójico. Jorge Rodríguez, el periodista encargado de la cobertura, entre la euforia y simbolismo del acto, se encargaba de preguntar y responder a la vez temas relacionados con la importancia del hecho para guardar así una figura sólida de apoyo al “lindo canal”.
Era hasta cómico ver como Rodríguez hacía interrogantes como estas: Señora ¿porqué esta aquí? ¿para defender la libertad de expresión verdad? Respuestas: si. P: ¿Qué no depende del cierre de un solo canal sino de la libertad de todo ciudadano? R = Así es.
Pero luego vino lo más anecdótico. Cuando se acerca a una mujer a seguir con su cuestionario único, ella le sale con una respuesta diferente. Estaba ahí para pedirle al presidente que se olvide de estar cerrando canales y atienda a las personas como ella que no pueden hacer uso de los servicios gratuitos de salud pública.
Al escuchar la respuesta de la manifestante, Rodríguez en tono repelón frente a cámaras le dijo: Señora, estamos tratando un tema más trascendental que es la libertad de expresión (léase: a mi que me importa si se muere o no por falta de ayuda) a lo que mujer de tez trigueña, inteligentemente respondió: Pero no estamos hablando de la libertad de expresión, de decir libremente lo que queramos, entonces eso estoy haciendo.
Absorto, confuso, rojo, perplejo y sin palabras. El papelón en vivo y en directo. El sabio reportero se encargó de coartar la libertad de expresión de un televidente en plena manifestación ¡por la libertad de expresión!, No le quedo otra que hacerse el loco y buscar a otra persona a quien entrevistar, pero con tan mala suerte que le salió una historia parecida. Esta vez trato de hacer eco de la denuncia ciudadana pero de manera somera y fugaz.
¿Cuál es la libertad de expresión que defienden los medios y sus periodistas? se limita a su libertad de expresión. Cada quien parece entenderla y aplicarla como más le guste. El Gobierno, los medios privados, los públicos, todos defienden su subjetividad. ¿Quién defiende la nuestra, del común mortal? Por lo menos ya sé que Rodríguez, no.
Era hasta cómico ver como Rodríguez hacía interrogantes como estas: Señora ¿porqué esta aquí? ¿para defender la libertad de expresión verdad? Respuestas: si. P: ¿Qué no depende del cierre de un solo canal sino de la libertad de todo ciudadano? R = Así es.
Pero luego vino lo más anecdótico. Cuando se acerca a una mujer a seguir con su cuestionario único, ella le sale con una respuesta diferente. Estaba ahí para pedirle al presidente que se olvide de estar cerrando canales y atienda a las personas como ella que no pueden hacer uso de los servicios gratuitos de salud pública.
Al escuchar la respuesta de la manifestante, Rodríguez en tono repelón frente a cámaras le dijo: Señora, estamos tratando un tema más trascendental que es la libertad de expresión (léase: a mi que me importa si se muere o no por falta de ayuda) a lo que mujer de tez trigueña, inteligentemente respondió: Pero no estamos hablando de la libertad de expresión, de decir libremente lo que queramos, entonces eso estoy haciendo.
Absorto, confuso, rojo, perplejo y sin palabras. El papelón en vivo y en directo. El sabio reportero se encargó de coartar la libertad de expresión de un televidente en plena manifestación ¡por la libertad de expresión!, No le quedo otra que hacerse el loco y buscar a otra persona a quien entrevistar, pero con tan mala suerte que le salió una historia parecida. Esta vez trato de hacer eco de la denuncia ciudadana pero de manera somera y fugaz.
¿Cuál es la libertad de expresión que defienden los medios y sus periodistas? se limita a su libertad de expresión. Cada quien parece entenderla y aplicarla como más le guste. El Gobierno, los medios privados, los públicos, todos defienden su subjetividad. ¿Quién defiende la nuestra, del común mortal? Por lo menos ya sé que Rodríguez, no.
Pd: Lamentablemente no encontré foto sola del personaje, así que mis disculpas para las damas que no tienen nada que ver con este post
1 comentarios:
Algún escritor, del que no recuerdo el nombre(lamentablemente), decía que no hay que buscar mucho,que no hay inventar mucho por que la realidad es lo suficientemente mágica e increible.
lamentablemente para el mencionado "presentador de noticias" era una transmisión en vivo, y la realidad no se puede editar.
Poco inteligencia del presentador también , por que la denuncia de la señora era un ejemplo de esa libertad de expresión, tal como lo dijo la misma señora.
veo poca televisión ahora, me perdí este oso.
Creo la historia se puede aplicar para un armar un teatro.
maribel.
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