Autoritarismo dicen...


¿Qué tanto es verdad que vamos camino a un régimen autoritario? Tres ex presidentes han decretado en un comunicado desde la sabiduría de su retiro político, que Ecuador va rumbo a una especie de dictadura en democracia que puede acabar con la institucionalización del país y las libertades civiles de los ciudadanos, entre ellas, la malgastada libertad de expresión.

De manera nostálgica, los tres ex mandatarios alzaron su dedo apuntando hacia las acciones de la “revolución ciudadana” con una consigna clara y común: En mi tiempo esas cosas no se veían. Y tienen toda la razón. Jamás en la historia republicana del Ecuador, un presidente y un gobierno, fueron tan duros, críticos severos y respondones a la mal llamada opinión publica.

En los tiempos de Hurtado, Sixto y Noboa, la prensa estaba abocada a mantener el status quo con dirección a la derecha, que tanto se acomodaba a los intereses particulares y empresariales de los dueños de los medios de producción. No había porque pasar sobresaltos, si la tendencia cristiana oligárquica manejaba el poder político y sustentaba el poder económico. Habían dimes y diretes en las portadas para mantener las ventas y la atención del público, pero nada más. La sucretización, los gastos reservados y la Ley trole que avalizó la dolarización fueron casos de portadas diarias, análisis, investigaciones, que al final, terminaban en datos específicos para hemerotecas.

Esas historias no topaban nervio, no hacían fisuras. Pero cuando Correa llegó al poder, y la reforma tributaria les exigió a los medios ponerse al día en sus haberes atrasados con el estado y con sus empleadores, algo de la sinergia poder-prensa se rompió. El reelecto presidente no era el primero ni el último en criticar a la prensa, pero si el primero en tocar intereses particulares de los mismos.

Entonces vino el tire y jala. Ya el espíritu informativo no era solo veraz, era vengador y eficaz. Pasamos del profesionalismo a la pica en segundos. No había cosa que el Gobierno verde limón no hiciera que estuviera plagado de desaciertos y corrupción. Cosas importantes como la reforma vial, la renegociación de la deuda externa, la entrega de casas del MIDUVI y cosas así, fueron vistas y presentadas al ciudadano por el ojal más angosto: el de los errores.

Mayoría en democracia no es autoritarismo. Si el Gobierno controla el Legislativo es resultado de un proceso electivo de un ciudadano = un voto. Tener medios públicos tampoco es autoritarismo. Sucede en cualquier país del mundo y son subjetivos como todo medio privado, con diferentes intereses, claro está. El caso del Conartel y sus sanciones no es autoritarismo, sino venganza con pica. Hasta el momento el Gobierno nunca ha prohibido la transmisión de alguna información, pero hay funcionarios que creen que sesgando a los opositores las críticas se acallarán. Están equivocados.

El Gobierno ha soportado temas como los Pativideos, el dueño del circo y ahora Fabricio el “holding” y a respondido a las acusaciones, ciertas o no, sin cerrar o clausurar ninguna ventana de información. Un articulista le dice ante las cámaras “vulgar patán” y nada ha ocurrido. Chauvín sigue siendo investigado aunque ya su caso fue bautizado como de “narcopolítica”, sin ninguna represalia. ¿Dónde está el autoritarismo señores ex presidentes? ¿Acaso pedir explicaciones, responder y quedarse callado lo es?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Tus comentarios son muy acertados en algunos aspectos, pero los expedientes abiertos a Teleamazonas y sus argumentos son más que ridículos, además invoca una ley de la antigua dictadura.

Por cierto no estoy de acuerdo con muchas de las cosas realizadas por Teleamazonas, pero de ahí a querer cerrarlo sólo porque no le gusta a su "majestad" que le lleven la contraria hay un abismo.

Hay que tratar de ser objetivos ni ultra conservador ni ultra izquierdista, eso sí; ¡exijo libertad!, si quiero ver Teleamazonas o EcuaTV es mi elección, si quiero ver los Simpsons o una Cadena de su majestad es mi elección, no necesito que alguien me diga que debo ver o que no, soy libre, y seguiré siendo libre, así no les guste a algunos...

Anónimo dijo...

Tus comentarios son muy acertados en algunos aspectos, pero los expedientes abiertos a Teleamazonas y sus argumentos son más que ridículos, además invoca una ley de la antigua dictadura.

Por cierto no estoy de acuerdo con muchas de las cosas realizadas por Teleamazonas, pero de ahí a querer cerrarlo sólo porque no le gusta a su "majestad" que le lleven la contraria hay un abismo.

Hay que tratar de ser objetivos ni ultra conservador ni ultra izquierdista, eso sí; ¡exijo libertad!, si quiero ver Teleamazonas o EcuaTV es mi elección, si quiero ver los Simpsons o una Cadena de su majestad es mi elección, no necesito que alguien me diga que debo ver o que no, soy libre, y seguiré siendo libre, así no les guste a algunos...