Por:ALM
Ayer, un articulista de “El Universo” puso el dedo en la llaga en la inoperante izquierda política partidista ecuatoriana. Los acusó de ser “arrastracolas” y de nunca proponer una alternativa seria desde su ideología para acceder al poder y replantear la organización del Estado. Sin embargo, el crítico solo frotó su yema contra la herida expuesta, no intentó (o no quiso) hundir su extremidad hasta las profundidades lastimeras de la realidad izquierdoza. Esa parte trataré de abarcar, desde una visión completamente particular aclaro, para no exacerbar susceptibilidades.
La izquierda sufre de dos problemas básicos en su lucha, intento o aproximación a los espacios de poder: el uno, escasez monetaria (entiéndase chirez) y el otro, dispersión ideológica o lo que es lo mismo, muchas izquierdas. Las dos paredes son infranqueables hasta la fecha por los intelectuales socialistas para enrumbar la doctrina marxista hacia una praxis con resultado óptimos.
Lo primero es un resultado propio de la masíficación capitalista total en el globo. Es decir, no es una debilidad, sino una amenaza. Si la base social real de la izquierda la constituyen trabajadores asalariados, movimientos sociales, campesinos, indígenas y el resto de grupos que el sistema imponente ubica en los últimos puestos de la escala económica ¿Con qué diantres hacemos una campaña decente? Maria Sol Corral, el cerebro de la imagen detrás de la sonrisa del Presidente, es muy puntual en el prólogo de su libro El candidato perfecto: si no tiene plata, mejor no se meta a político.
Todos, absolutamente todos los políticos con tendencia social que alguna vez trataron de encarrilar una contienda decente contra la derecha empresarial, mediática y oligárquica por descendencia, se arrimaron en sus momentos a los famosos “financistas”, que pertenecen a la misma línea de apoyo de la otra orilla ideológica, resultado: la victoria en las urnas y un gobierno bizarro con la línea política corrompida y confusa.
En cambio, los intelectuales de izquierda que poseen una situación financiera acomodada (no me van a decir ahora que abundan los ricos socialistas), les ataca el segundo de los escenarios. Sino pregúntenle a Alberto Acosta o al padre Delgado cuánto tiempo les costó buscar espacios donde se predique su izquierda, para luego, en el primero de los casos, convencerse que estaba en un error.
Por décadas, la imposibilidad de generar una cohesión de las distintas variedades de pensamientos progresistas ha sido la constante. En el país, diferentes corrientes izquierdistas, llámese comunistas, socialistas, chinos, cabezones, ecologistas, socialdemócratas y nacionalistas, por nombrar a algunos, caminan hace años en círculos sin ninguna representatividad en la opinión pública, pero eso sí, cada uno por su lado. De ahí la facilidad que los procesos populistas caudillistas se nutran del gran vacío que deja la izquierda en la contienda política electoral, resultando ser la opción de cambio ante los conocidos representantes del neoliberalismo.
Poca plata y mucha riña, los males de los zurdos. ¿Soluciones? Si saben alguna díganmela por favor. A lo mejor aceptar estes problemas como karmas que arrastra la izquierda sea un inicio, para comenzar así la expiación de pecados del pasado, pero si la izquierda sigue necia, crucemos los dedos para sacarnos la lotería, que suena más fácil que sentarnos a conversar y llegar a un acuerdo.
read more “Los karmas de la izquierda”